jueves, 21 de febrero de 2013


LOS DIOSES Y EL MAR



Mi mujer cocina unos riquísimos
Huevos fritos
Que metemos en panes del martes
Y tragamos con  pequeños
Sorbos de agua

Ella camina desnuda
Ante mi presencia
Y mece sus senos de diosa
Mientras limpia la mesa
Y ordena los platos

Me sonríe discretamente
Como actriz de cine mudo
Y me hace tener ganas
Y me besa cuando se acerca

Mi mujer se viste de planta
Y va por los parques
Entre pájaros y lluvia
Como una ola de fuego

A veces voltea la mirada
Y su rostro es como un canto
Que llena el mundo
Y me arrastra hacia cualquier parte

Se arregla el cabello
En mitad de la calle
O en los cafés repletos de  noche

Y se lanza al mar
Entre muchachos bellos
Que la ven flotar entre tanta agua

Sin embargo
Ella me prefiere a mí
Hades del silencio y la lujuria

La veo andar
Ser mirada por seres sin nombre
Pero sé que ella aceptará
Esta rosa con un beso intenso

Sé que si bien sueña
Con dioses en laberintos oblicuos
Ella cada día
Despertará para llenar de claridad
La casa

Y regresará a la cocina
Con sus pasos cansados
Con sus piernas cinceladas y duras
Con su cuerpo desnudo
Siguiendo el compás del viento

Ella –mi mujer-
Que afirma que esta tarde quiere
Ir al cine
Y después a caminar por el malecón
Mientras encendemos un cigarrillo

Ella que canta en la ducha
Y que baila atada a su sombra
Ella que es el mejor poema
Ella que me mira y me llama
Y que cierra la puerta
Para no dejarme salir jamás



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